Tienes mis manos abiertas
por si las quieres tocar
y derramar tu cuerpo, porque seguirán abiertas
por si sobre ellas necesitas caminar.
Tómalas para que construyan,
si quieres ponlas a trabajar.
Sueña a través de ellas
y enséñales a fabricar tu realidad.
Mira mis manos abiertas,
acarícialas. Ellas saben dar.
Mójalas para que despierten
y colócalas en tu mejilla cuando quieras llorar.
Vístete de mis manos abiertas
y haz que desenreden tu libertad.
Que con tu solo deseo rodeen tu cuerpo,
cuando el aire que respires no contenga más que soledad.
Enséñales a mantenerse calladas,
y a cubrir tus oídos cuando no quieras escuchar,
a no cegar tus ojos cuando haya una injusticia,
y a multiplicar el sonido de tu boca cuando quieras hablar.
Ahora que tienes mis manos abiertas,
siéntelas y míralas bailar.
Muéstrales cómo construir tu mundo,
y sonríe, que ellas danzan por tu felicidad.
Nos mudamos
Hace 2 años